martes, 16 de noviembre de 2010

Esto es lo que hace el catus de mi ventana


María, la señora que viene a limpiarme la casa, (sí, me limpian la casa, ¿qué pasa? ¿qué no? Bueno, ¡pues eso!), como decía, María, ucraniana ella, como de unos 50, es algo así como un bollo recién sacado del horno. Muy suya, eso sí. Lleva unos siete años en España y habla un español, bueno, bastante mejorable. Da igual, ella limpia, ordena las cosas (¡ay!) y me trae, de vez en cuando, tapetes, tapetitos; redondos, cuadrados, según sea para una mesa o un rinconcillo. Me pone estampitas de la Virgen o del Sagrado Corazón en la estantería que tengo en mi cuarto. ¡Quiere pintarme la casa! Dice que como fumo tanto, pues que está ahumada (bueno, esto es lo que la entendí después de un buen rato de charla en el lenguaje de signos (casi)). En fin, a lo que iba, entre las cosas que me trae y coloca según su idea de como decorar la casa de un "desastre de hombre solo", pues ha traído plantas, tanto vivas como de plástico, que ha puesto en mesitas, rincones y en los alféizares de las ventanas. Muy bonitas. Pero entre ellas trajo un cactus que parecía algo así como unas hojas de lechuga gordas y ya un poco pasadas. Nunca he criticado ninguna de sus iniciativas. ¡Dios me libre! ¡Pero si me tiene la casa como los chorros del oro! Así que, esta tampoco. Y menos mal, porque a los pocos meses, era casi verano, vi en la ventana esto:
Ella es así, como un cactus al que nunca echarías una segunda mirada.
¡Y vaya, lo que te perderías!

lunes, 25 de octubre de 2010

Lillette Gobin. Juventud, personalidad. Una artista

Estos días he descubierto que tengo una vecina que es toda una artista, Lillette Gobin, (aquí os muestro un ejemplo de su trabajo) y digo toda una artista porque sólo tiene 22 años y sin embargo, ya tiene estilo propio. No cabe duda que está impregnado de actualidad, y que podría recordar a otros ya consagrados, aun así, y precisamente porque su juventud la podía haber llevado a la copia, sin más, de otros, ella ha sabido trasmitir su personalidad, su madurez, e interpretar las tendencias de su generación, sin miedo a mostrar su punto de vista.
Creo que merece una mirada más atenta de quienes tienen la posibilidad de apoyarla.
¡Ánimo Lillette!
No dejes a nadie cambiar tu arte para interpretar una realidad tan burda, tan carente de matices en la que vivimos y a la que tu sabes encontrar inteligencia, ternura, sofisticación. Belleza.

sábado, 10 de abril de 2010

Blues en el ático

Hoy he tenido para comer roast-beef y yorkshire pudding de Rosemary Joy, (Rosy, she says). ¡Excelente! Absolutty british! Esta mujer cocina como los ángeles, claro que nació en Escocia y no en la vieja Inglaterra.